martes, 3 de mayo de 2016

Hortus


Para empezar el mes, se supone que este es el mes de las flores, paso a la otra parte del huerto, al sector de aromáticas y medicinales. No me conformo con menos y yo también quiero mi  hortus conclusus, como en los antiguos monasterios medievales, de estructura geométrica y con un árbol o fuente central, con el que buscaban representar el jardín del paraíso. Quiero un huerto con frutales, aromáticas, hortalizas…quiero mi propio paraíso.
Huerto de la Abadía de Saint Georges (St. Martin de Boscherville)
 

Pero también podría ser un uno con diseño moderno, con materiales modernos en tubos verticales y gran infraestructura hidráulica, o en espiral como los diseñados por Bill Mollison[1], australiano creador de la Permacultura, o como los jardines-huertos al modo andalusí[2] de los cuales ya hay constancia escrita desde el siglo XIV[3] donde se dan unos apuntes sobre su morfología; o ya puestos como los jardines de la antigua Babilonia (siglo VII a.C.), puestos a soñar hay que imaginar a lo grande, sin tacañería.

Pero la realidad se impone, para empezar me falta terreno, alberca, acequias,…, así que  tendrá que ser otra vez a escala de juguete. Para ello durante el lluvioso abril estuve preparando, con una lijadora eléctrica sustraída del almacén paterno, una antigua escalera de madera para que me sirviera como soporte para alguna de las plantas aromáticas. Son un grupo, de momento escaso, y en macetas pequeñas  y no me duran mucho porque nos las comemos: 2 albahacas, 1 tomillo, 1 orégano, 2 cebollinos, 1 cilantro (me encanta!) 1 perejil, 1 acedera, 4 lavandas, 1 romero, 1 hierbabuena.  Me surtiré de alguna más ya que el Sr. J sólo se negó a instalar otra mesa de cultivo y no dijo nada de las que crecen en macetas independientes (¡y luego dicen que el lenguaje no es importante!).
 


Además de estas para completar mi pequeño huerto cuento con:
-un laurel, regalo de la madre de la Sra. P y que lleva un montón de años con nosotros. Empezó de pequeño (como todos) y actualmente se encuentra algo resentido por la mudanza y el invierno pero sobrevivirá y ya está repleto de nuevos brotes.
- un mirabel[4], regalo del Sr. E que lo plantó de un hueso de mirabel. Llegó el verano pasado, se aclimató, creció y para mi sorpresa no perdió la hoja durante el invierno, a pesar de ser hoja caduca. Ahora está echando nuevos brotes en su nueva maceta.






- un “mandarino”, regalo de la Sra. M que lo plantó con la semilla de una mandarina. Se encuentra pletórico y cada año pega un estirón para asombro  de todo el mundo. Sin embargo, parece ser que debo hacer un injerto para que sean comestibles sus frutos, bueno ya lo pensaré cuando toque. Ahora me conforme con que crezca fuerte y eche flores que huelan.

- Una lima, Citrus x latifolia, var. bearss, mi última adquisición, con floración a lo largo de todo el año y muy utilizada en coctelería , ajá, me habeis pillado, la quiero para otros fines, no sólo de huerta sobreviven las hortelanas.






[1] Permacultura es una palabra acuñada originalmente por B. Mollison y D. Holmgren hacia 1970 para describir un sistema sostenible, ecológico e integrado de agricultura-ganadería abierto a nuevas tecnologías sin olvidar la sabiduría tradicional. Sigue las características observadas en los ecosistemas  naturales. Persigue trabajar con, y no en contra, de la naturaleza, comprendiendo tanto a las plantas como  a los animales y su relación con nosotros y con el medio ambiente. Sus  principios básicos son cuidado de la Tierra, de las personas y redistribución justa de los excedentes, incluyendo la gestión correcta de los residuos.

http://www.permacultura-es.org (3 de mayo de 2016)


[3] Ibn Luyun: Kitab al filaha. Libro de Agricultura


[4] El mirabel es una variedad del Prunus domesticae var. syriaca que  se cultiva casi exclusivamente en Lorena y aquí en España en Galicia y valle del Ebro.

 

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