martes, 26 de abril de 2016

Abono



Lo bueno,  o lo malo según se mire, es que ahora levantas una piedra, o en este caso sacudes una planta, y surgen miles de hortelanos dispuestos a ofrecerte sus consejos. Así que comienzas, todo el mundo tiene algo que decirte y los comentarios y consejos te abruman: que si pon esto o lo otro, que no se hace así, que yo uso tal cosa, que te crecerán mas si …, a todos los escucho y valoro y luego haré lo que me de la gana, que para  equivocarme tengo tiempo. La duda principal que a todos corroe es si voy a ser ecológica o no, y la verdad…ni idea (mi amiga la Sra. A me envía el siguiente enlace, https://www.youtube.com/watch?v=Aun-0Wj5KCI, una idea buenísima, usando sólo papel de periódico, pero vamos que si yo lo utilizo tapo todo el huerto con dos hojas). Ese es un estadio elevado para esta inexperta hortelana, creo que sí, me gustaría pero si veo alguna plaga acechando a mis tiernos plantones que tiemble el mundo porque estoy dispuesta a todo por ellos como  Escarlata O’Hara (también a agarrar puñados de tierra  levantando la vista al cielo y hacer terribles juramentos, jo, que eso debe relajar cantidad y quedas divina y muy cinematográfica).

A mis ideas peregrinas se juntan las del Sr. K, ejecutivo renegado y ahora neo-rural, neo-ecologista, neo-hippy, neo-…, al que se le olvida que lo mío es un huerto de juguete y me proporciona ideas para llenar varias hectáreas; bueno siempre es agradable el interés mostrado pero no sé si estaré a la altura de las circunstancias.

El caso es que hoy inicio el abono y tras mirar y remirar en tiendas y en internet me he decantado por un abono natural elaborado a partir de leonardita, que he de dosificar en el riego. Ya os iré contando los resultados.
 

Yo, en otra vida, me había labrado una buena reputación como cuidadora de plantas ornamentales. Mi buena mano es reconocida y mi fama me precede, incluso recibo peticiones  de ayuda y cuido y recupero plantas desahuciadas por sus dueños, pero ay, y si con las comestibles no sucede eso, ¿se verá mi fama dañada? ¿se resentirán mis plantas? ¿me convertiré en -se me erizan los pelos sólo de pensar en esa terrible palabra- una Asesina de plantas? ¿seré la típica que abandona en la basura después de Nochebuena a la pobre flor de Pascua ya sin hojas?...por cierto que la mía sigue desde principios de noviembre con todas sus hojas, verdes y rojas, frondosas y frescas.

Bueno en cualquier caso siempre me quedará Getxo donde puedo retirarme y dejarme asesorar a la vez que cultivo puerros y lechugas con sabor a mar.
 
 Esta propaganda la encontrabas por todas partes y no es mala idea, un huerto y asesoramiento, lo que una inexperta hortelana primeriza necesita…

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