16 de abril
Montamos la nueva mesa (algo más
pequeña que las otras dos), además del cajón reciclado y acarreamos de nuevo sacos de tierra.
El cajón
es un pozo sin fondo que se traga sacos y sacos y sacos, esto parece los
trabajos de Sísifo[1]
acarreamos un saco, lo vaciamos y volvemos a por otro, que acarreamos y
vaciamos, y vuelta a empezar. Si Homero nos hubiera conocido el mito de Sísifo
sería conocido por otro nombre…aunque también creo que nos parecemos a los
Jáuregui acarreando carbón en La Galea[2]
y espero tener mejor resultado que ellos. Pienso que los tomates aquí podrán prosperar.
Parece que no acabamos pero sí, por
fin lo logramos y burlamos a los dioses y nos liberamos de la maldición. De lo
que no me libro es de la amenaza velada del Sr. J, no quiere más mesas ni más
cajones para huerta, que me apañe con lo que tengo me dice... Bueno no ha dicho
nada de árboles frutales ni de plantas aromáticas, así que puedo seguir
creciendo por ese camino. Ya os contaré otro día mis pinitos en ese campo.
17 de abril
Esta fecha quedara grabada para
siempre en los anales de la historia de los transplantes, y supongo que en
letras escarlatas e infames para escarnio mío: he tenido que reorganizar toda
la huerta y sí, lo confieso, he vuelto a sacar a mis tiernos plantones que iban
estupendamente para acomodarlos en su nueva disposición, eso sí, mucho más
espacioso (bueno, tampoco tanto). Me han sorprendido las raíces tan bien
trabadas que tenían ya, se ve que querían prosperar y yo se lo he impedido.
Supongo que las bajas serán terribles, me siento como un viejo general prusiano
mandando hombres a la muerte...
18 de abril
Hoy parece que todavía no tengo bajas, todo parece tranquilo. Riego y
pienso que a lo mejor existe un futuro.
19 de abril
Llueve sin parar, y pienso que este
llanto es por los plantones que no han sobrevivido, las peor libradas parecen
ser las lechugas, no les ha gustado nada el cambio. En cambio los tomates y los
pimientos parecen más animados. Las espinacas, que lucharon por mantener su
lugar y no fueron desplazadas, miran displicentes al resto y se vanaglorian, se
yerguen y siguen creciendo. Esto creará enemistades, seguro seguro, auguro
luchas internas.
20 de abril
Sigue lloviendo y las lechugas parecen que van a peor, se encuentran
lacias y decaídas, ay, ¿sobrevivirán? Constato una nueva desaparición para mi
parte de bajas…
mis alicaídas lechugas
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