“No juzgues
por lo que cosechas sino por lo que plantas”[1], me repito una y otra vez
mientras comienzo la plantación de este año. Año en que los fríos han retardado
el inicio, ahora ya con las mesas plantadas no quiero ni pensar en el resultado
final pero, ¡ay!, una no puede por menos de preguntarse por su evolución, por
si crecerán, por si los fríos repentinos no los estropearán, por…, etc, etc. La
vida de la hortelana es dura.
Para empezar
este año he decidido, a modo de hortelana dictatorial, que cambio de ubicación
las mesas de huerta. Para esto tuve que contar con la inestimable colaboración
de Mi ayudante de Huerta, el Sr.J., juntos, y con la música de Gloriana de Britten[2] en mi cabeza, movimos las
mesas, acarreamos sacos de tierra y abono, removimos entusiásticamente la
tierra hasta que nos dolieron los brazos, colocamos el nuevo riego, tendimos
nuevas mangueras, taladramos estas para instalar los riegos… y por fin, ¡voilà! Ya nos encontrábamos preparados
para la siembra.
Calabacín o calabaza, tomates cherry y tomate rosa |
pimientos de padrón |
tomates quinodolores |
Este año (parece
que por fin voy aprendiendo) había decidido poner muchas menos plantas para no
provocar los consabidos “aforos repletos” que me ocasionaba luego una
superpoblación difícil de cuidar, compitiendo entre ellos por el escaso pedazo
de suelo que les correspondía. Así que encargue tres tristes tigres[3], digo plantones, de
pimiento de padrón que me habían de traer de Cebreros y luego fui afortunada
con otra serie de plantones que me proporcionó la Sra.P, bueno, en realidad los
plantones pertenecen a la Sra.D y el sr.Q. que habían provisto a la Sra.P de
plantones para que esta se iniciara en el tema huerto (sí, ya somos legión de
temerarias hortelanas sin mucho conocimiento previo). En resumen, ahora cuento
con 2 tomates cherrys y 3 tomates y un, no sé sabe todavía, calabacín o
calabaza. En honor estos hortelanos los tomates lo he rebautizado con el nombre
de variedad “Quinodolores”. Junto a los plantones también me han transmitido
sus conocimientos, así, por ejemplo me he enterado, que debo cosechar el primer
tomate que salga, acortarlo en rodajas y dejar secar sobre un papel de
periódico. Una vez seco, esa simiente es la que debo conservar para plantar la
cosecha del año que viene. Otro “horticonsejo”, como dirían en Bricomanía[4],
aconsejan plantar lechugas junto a los tomates.
Tened por
seguro que los seguiré y os iré contando los resultados.
calabacines y cebollino |
También
planté una matita de tomate variedad rosa (Solanum
lycopersicon) y dos de calabacín (Cucurbita
pepo), uno del invernadero y otro procedente de Villar de Prado. ¿cuál resultará
mejor?...
¡El huerto
está por fin en marcha!
[1]
Robert Louis Stevenson (1850-1894), novelista, poeta y ensayista escocés, autor
de la para mi inolvidable La isla del
tesoro, que tan buenas tardes me hizo pasar, un clásico de la novela de
aventuras que todo joven, y no tan joven, debiera leer al menos una vez en la
vida.
[2] B. Britten,
(1913-1976), compositor británico, recibió el encargo de realizar una ópera
para conmemorar la subida al trono de Isabel II en 1953. Para ello compuso Gloriana, que narra la relación de
Isabel I con el conde de Essex. Vamos una ópera de una reina para otra reina,
así que, ¿qué mejor música podía escuchar yo, la Reina y esclava de mi huerta?.Os
dejo el enlace para que podaís escuchar algo de ella:
[3] Tres tristes
tigres, título de una novela publicada en 1965 por Guillermo Cabrera
Infante (Cuba 1929 – Londres 2005), caracterizada por el uso ingenioso del
lenguaje y con referencias a otras obras literarias. Tuvo gran repercusión
dentro de lo que se conoció como el boom latinoamericano.
[4] Bricomanía
programa de TVE dedicado al bricolaje y a la jardinería que comenzó a emitirse
en 1994. La sección de jardinería la presenta Íñigo Segurola de forma amena y
divertida con fáciles trucos para mejorar nuestras plantas.
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