Mi incipiente perejil en su maceta violeta se suma a la huelga |
Me visto como todos los días pero hoy me visualizo a mi misma[1] con la camisa arremangada y pañuelo de lunares en la cabeza[2] y con las gafas de color violeta[3] (estas hay que
llevarlas siempre, siempre, mis queridas lectoras) mientras empiezo a remover la tierra de mis mesas de huerta y escucho Rosie the
riveter[4].
La tierra esta apelmazada y seca, me cuesta
romper la primera capa, al remover y desmenuzar los terrones me llega olor a
tierra y recuerdos de otra época mientras mi
biceps se van musculando, cada vez me parezco más a Rosie la remachadora (bueno en realidad a Naomi Parker Fraley[5]). Y pienso en todas las mujeres que trabajan los 365 días del año, en todas aquellas a las que apenas se les reconoce su
esfuerzo pero también en aquellas que si lo reciben, en las que callan y en las que se quejan, en las explotadas y en las que tan sólo son ninguneadas, en las que ríen y disfrutan y en las que sufren, en las que tiran cada día
hacia adelante, en las que triunfan pero no olvidan las injusticias,
a todas las que luchan porque desparezca la brecha de género, la brecha salarial, el
techo de cristal … en fin en todas. Y en especial en aquellas que no pueden quejarse ni manifestar sus opiniones y por eso creo
que todas, juntas o de forma individual, debemos
visibilizar a las mujeres haciendo todo lo necesario todos
los días para que la igualdad de género sea real.
¡Gafas de color violeta para todas y todos!
¡Mujeres no nos callemos no sigamos la consigna del poeta[6]!.
Mi huerta ya está aireada, ya está preparada la
tierra, ahora ¡ya puedo plantar!
[1] Todo es necesario para la visibilización de la mujer,
por eso hoy me permito ciertas licencias.
[2] Todas evocáis el famoso cartel, muy usado por el
movimiento feminista como símbolo de empoderamiento, pero en realidad es un
cartel creado por y para la compañía Westinghouse Electric en 1943. Su
finalidad era exhortar a trabajar duro a las mujeres contratadas, para suplir
el lugar de los hombres que se encontraban reclutados para la guerra. No hay
que olvidar que por ese trabajo que realizaban las mujeres en las fábricas
cobraban menos que los hombres y sus condiciones laborales eran peores y además
después se las echó cuando regresaron los soldados de la guerra. Se popularizó
a partir de la década de los años 80 del pasado siglo XX siendo usado como
símbolo feminista
3 La expresión indica que debemos mirar con ojos
feministas. Su origen es el libro de la escritora Gemma Lienas, El diario violeta de Carlota, (2001),
destinado en principio a adolescentes para explicar las desigualdades de
género. También es el nombre de una revista feminista, Las gafas violetas, que visibiliza y denuncia injusticias y recoge
testimonios directo (<https://lasgafasvioletasrevista.com/>)
[4] Rosie the riveter,
canción de 1942 que se popularizó en 1943 interpretada por Four Vagabonds un
grupo afro-americano que estuvo activo desde 1933-1953
[5] Este es el nombre real de la mujer que inspiró el cartel
al artista J. Howard Miller (1918-2004)
[6] Siempre me han parecido horribles esos versos de Pablo
Neruda (1904-1973): “me gustas cuando callas porque estas como ausente”, su
carga es terrible, ¿no te gusto más cuando hablo y me expreso o prefieres que
esté en silencio para no molestar?. Pertenece a Veinte poemas de amor y una canción desesperada publicado en 1944.
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